Si las nubes lo permiten, habrá un show en el cielo

Durante la noche de hoy y la madrugada del jueves, la famosa lluvia de meteoros “Gemínidas” alcanzará su pico de actividad.

Lejos de las ciudades, en lugares con cielos oscuros, podrán observarse a simple vista decenas y decenas de estrellas fugaces a lo largo de la madrugada.

En Buenos Aires y otros grandes centros urbanos, la contaminación luminosa opacará parte del fenómeno.

Según informó el Planetario Galileo Galilei en su página de Internet, las “estrellas fugaces” no son estrellas. Se trata de partículas rocosas que entran a la atmósfera, se queman (a unos 80 kilómetros de altura) y brillan.

En una noche común, pueden verse unas pocas. Sin embargo, de tanto en tanto, cuando la Tierra atraviesa los “ríos” de polvo dejados por algunos cometas, la cantidad de partículas que caen sobre el planeta es mucho mayor. Y entonces, tenemos una "lluvia de meteoros”.

Hay unas 40 lluvias de meteoros por año, pero la inmensa mayoría son muy débiles. La lluvia de meteoros “Gemínidas” suele ser la más rica y confiable de todas (sólo superada por raros episodios de las “Leónidas”). Se llama así porque parece brotar de la región del cielo ocupada por la constelación de Géminis. Y se origina a partir de partículas provenientes del extraño Phaethon, un cometa muerto. Las “Gemínidas” son estrellas fugaces brillantes y blancas, aunque algunas son amarillas, rojas o verdes.

Este año las condiciones son muy buenas, dado que la luz de la Luna prácticamente no molestará: nuestro satélite recién asomará sobre el horizonte hacia la 1.40 (del jueves), y sólo iluminada en un 35%, en clara fase menguante, informa el Planetario.

¿Cuándo, cómo y dónde observar las Gemínidas?

Si bien es cierto que el fenómeno se extiende del 7 al 17 de diciembre, su pico de actividad ocurrirá durante la noche de hoy a mañana, entre las 23 hs y las 4.45 de la mañana, cuando la claridad del crepúsculo ya será muy notoria.

Para ver el fenómeno no hacen falta telescopios ni binoculares, instrumentos que sólo achicarían el campo visual. Hay que ubicarse en un lugar oscuro, a cielo abierto y sin luces cercanas. Hay que mirar en dirección Norte y hacia la parte más alta del cielo (el cenit). Por eso conviene recostarse en el piso, o sobre una reposera.